Regulación del cannabis: historia de una prohibición.

01 Marzo 2020, 21:00 - por Cata Olmedo

¿Alguna vez te preguntaste por qué la marihuana era ilegal en casi todo el mundo?

Históricamente, y a lo largo de miles de años, esta planta ha sido utilizada con fines recreativos, medicinales, religiosos e industriales gracias a sus múltiples propiedades y beneficios. ¿Por qué en la actualidad se la concibe como una droga que merece su prohibición debido a sus componentes psicoactivos? ¿Tenemos pleno conocimiento acerca del tema? Marihuana, Cannabis, hierba, cáñamo…¿es todo lo mismo? 

¿No era una planta? 

El Cannabis es una planta que posee principios activos denominados cannabinoides los cuales cumplen  diferentes funciones, algunas las conocemos y otras no. La falta de información está relacionada con la escasez de estudios que se realizaron a lo largo del Siglo XX sobre la materia, periodo en el cual la ciencia avanzó, como así también sus técnicas de investigación, pero al mismo tiempo el cannabis fue relegado a la condición de droga, no siendo meritorio  como objeto de estudio. Hasta ese momento, muchas culturas alrededor del mundo utilizaban la marihuana como parte de sus vidas, sin preguntarse si esto estaba bien o mal, ya que al provenir de una planta que nace en la tierra, era algo natural. Pero esto no duraría para siempre.     


De planta a droga: política y demonización 

A principios del siglo XX en Estados Unidos comenzó una campaña de criminalización contra el cannabis, con el fin de erradicar y prohibir el uso en todas sus formas. Se lo buscaba asociar con diversas enfermedades, con grupos de inmigrantes y también con la posibilidad de cometer delitos si se lo consumía. Se instaló la idea de que es sólo una droga psicoactiva, invalidando sus múltiples beneficios y usos. El control político se ejerció poniendo en marcha la gran maquinaria publicitaria para desprestigiar e instalar falsas noticias acerca del tema. Pero no fue un acto unilateral por parte del gobierno de Estados Unidos: a este se le unieron la industria farmacológica, química, papelera y textil, las cuales se vieron beneficiadas a medida que la prohibición se implementaba.  

Es en el año 1961 cuando se genera un cambio a nivel mundial con respecto a este tema: se realizó la Convención Única sobre Estupefacientes, un foro internacional llevado a cabo por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que trataba el tema de las drogas en el mundo. Allí se votó a favor de la prohibición total del cannabis con usos médicos, recreacionales o científicos, colocándolo dentro de la lista de clasificación de sustancias I y IV (dos de las listas más restrictivas). 

En 1971 las Naciones Unidas vuelven a reunirse en la  Convención sobre Sustancias Psicotrópicas, y disponen la incorporación del tetrahidrocannabinol (principal sustancia activa de la marihuana, más conocida por sus siglas THC) a la lista de clasificación de sustancias I y IV. 

A partir de dicha convención, más de 180 países en el mundo ratificaron los resultados alcanzados e implementaron políticas restrictivas y penalizadoras sobre su población. 


De mal en peor: la guerra contra las drogas

Durante la década del 80 continuó utilizándose en Estados Unidos el slogan “guerra contra las drogas” acuñado en los 70 por el presidente Richard Nixon, para dar cuenta de las políticas de persecución llevadas a cabo por este país sobre el consumo, la producción y el tráfico de estupefacientes. En busca de unir a las demás naciones del mundo a dicha “guerra” y ejerciendo presión sobre la comunidad internacional, logran que se lleve a cabo en 1988 la Convención contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas en el marco de las Naciones Unidas. La misma instó a los países a imponer sanciones penales más severas para combatir todos los aspectos de la producción ilícita, posesión y tráfico de drogas, disponiendo medidas especiales contra el cultivo, la producción, la posesión y el tráfico ilícito de sustancias psicoactivas, y la desviación de precursores químicos, así como a un acuerdo sobre colaboración jurídica que incluyó la extradición.


Qué hacer con la historia

Es difícil revertir las consecuencias de la mala información sobre el cannabis que se ha ido aportando a lo largo de los años por parte de organismos oficiales que, lejos de otorgarnos datos fehacientes, confiables y comprobables, utilizaron sus recursos para mantenernos lejos de la verdad. Esto no significa que sea imposible: en la actualidad y principalmente a partir del siglo XXI, los avances con respecto a la investigación de las propiedades del cannabis y sus posibles usos, nos ayudan a ir saliendo de la nebulosa de falsa información en la que nos encontrábamos. Comienza a surgir una realidad diferente, en la cual la comunidad científica desmitifica datos catalogados como ciertos y las personas aportan sus experiencias personales con respecto al uso del cannabis en sus vidas. Lejos quedaron las listas clasificatorias y la utilización del término “drogas” para incluir sustancias que nada tienen que ver las unas con las otras. Hoy la propuesta es otra.  





 



Compartir

Actualidad Relacionada